Este mes me gustaría hablar de una serie de tan sólo dos temporadas pero que me ha creado una necesidad imparable de hacer la maleta y desplazarme hasta sus escenarios. Se trata de Hierro (Pepe Coira, 2019- 2022), que tiene lugar en la pequeña isla canaria de la que toma el nombre, El Hierro.
La serie se basa en el personaje de Candela Montes, una jueza de instrucción que es destinada a este lugar, que no se parece a ningún otro: paisajes tan abruptos que parecen de otro planeta, poca población que se conocen entre sí y la llegada de una extraña con mucho poder.
Los paisajes de El Hierro enamoran: los colores marrones y negros, ya que se trata de una isla volcánica, acantilados que terminan de repente, antes de llegar al mar, poblaciones de casas encaladas, el sol que cae de plano. Imposible que no te guste.
Algunos datos sobre El Hierro
La isla de El Hierro es la más pequeña, meridional y occidental del archipiélago canario. Tiene una población de menos de 12.000 habitantes. Pese a que se encuentra en la misma altitud que el Sahara, el clima y el paisaje son completamente distintos, debido a los alisios y la corriente de las Canarias.
Al igual que el resto de islas de las Canarias, El Hierro es de origen volcánico y se estima que tiene una edad geológico de un millón de años, lo que la convierte en una jovenzuela en comparación a las demás.
Hasta hace pocos años, El Hierro era una de las grandes desconocidas, turísticamente hablando. De tarde en tarde, en alguna publicación temática, se podía leer algún artículo, alabando la belleza natural, la tranquilidad, la falta de visitantes, el placer de sentir que no hay nadie más. Como curiosidad, se solía comentar el bajo número de plazas hoteleras.
Sin embargo, un día todo cambió. Se estrenó la serie, fue un éxito, puso El Hierro en el mapa y el número de turistas creció como la espuma.
De repente, los artículos relacionados eran más frecuentes, otros señalaban las localizaciones que se ven en los distintos episodios y, sobre todo, se empezaba a alertar de la mayor demanda en hoteles y restaurantes. Vaya por dios, y yo, sin ir.
Mi historia con las islas Canarias
Lo confieso: creo que soy de las pocas españolas que no ha estado nunca en Canarias. Así de claro y de simple.
Cuando empecé a viajar, los precios para ir eran bastante elevados, por lo cual, quedaban descartadas, de hecho, conocí a alguna persona que optó por irse a un todo incluido en el Caribe antes que a este archipiélago debido a la considerable diferencia de precios. No se pueden comparar viajes porque no tienen nada que ver, pero cuando el presupuesto tiene un límite, es el factor que importa.
En una Semana Santa que planeábamos Noe y yo, para buscar inspiración, acudimos a FITUR. Preguntamos en el stand de esta comunidad y nos hablaron de la isla de La Palma. La naturaleza, sus bosques, lo desconocida que resultaba, el senderismo, la gastronomía. Nos tenía absolutamente convencidas hasta que nos dijo el precio de los vuelos: 400 euros. Así, a bocajarro, sin pararse a tomar aire, como si quitas una tirita de un solo tirón.
Cuatrocientos euros sólo el avión, aparte de hoteles, comida o guías. El viaje nos saldría por un pico importante. Optamos por buscar un plan más asequible y terminamos en Cabo de Gata, que no está nada mal.
Alguna vez más, se te cruza por la mente ir a Lanzarote o Fuerteventura, sin que se haya planteado en ningún momento planear nada en serio. Era una idea de destino en el caso de que las restricciones de viaje al extranjero hubiesen continuado pero, en cuanto se levantaron, las ganas de viajar mucho más lejos quedaron muy por encima de estas islas.
Qué ver en El Hierro
El Hierro es Reserva de la Biosfera de la Unesco por lo que, si te gusta la naturaleza, este destino debería estar en el listado de pendientes.
Valverde, la capital, presume de arquitectura tradicional. La Restringa, un pequeño pueblo pesquero, es el centro de los amantes del buceo y el punto para visitar el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de El Hierro. El Sabinar reúne un conjunto de sabinas, árboles también conocidos como enebros canarios y conocidos por sus troncos torcidos debido a los vientos alisios.
Si te gusta bañarte, hay distintas playas que llaman a gritos. Playas de arena roja y negra, volcánica, que contrastan con el azul intenso del Atlántico. Entre las más recomendadas están El Verodal, en un paraje casi virgen, aunque, debido a las fuertes corrientes, el baño se desaconseja; la cala de Tacorón, más apartada y, por lo tanto, tranquila y rodeada de piscinas naturales; o la Playa de la Maceta, protegida del oleaje. Sin embargo, la más conocida de todas es el Charco Azul, una piscina natural de aguas turquesas resguardada del océano por los caprichos de la naturaleza.
Os comparto este vínculo de Hola Islas Canarias donde se detallan las mejores playas y piscinas naturales de El Hierro.
Mirar desde lo alto, sentarse a disfrutar del paisaje, sentir que no pasan los minutos, es posible en esta isla gracias a los miradores. El mirador Faro de Orchilla, mirador de la Peña, mirador de El Julán o el de Isora, por mencionar sólo unos pocos. El listado completo, en este enlace de Hola Islas Canarias.
Por cierto, el Parque Cultural El Julán es un Bien de Interés Cultural y podemos encontrar petroglifos que datan de la época prehispánica, además de aprender sobre la cultura aborigen de la isla. Me parece una visita muy interesante.
Si ver la serie ya me dieron unas ganas considerables de viajar hasta esta isla, después de haber leído en mayor profundidad y visto tantas fotos me hace preguntarme por qué no estoy haciendo ya la maleta.
Confieso que he mirado viajes a El Hierro y he visto cosas muy interesantes, combinando el senderismo, la naturaleza y el turismo. Se me están ocurriendo muchas ideas…
Santuario de Nuestra Señora de los Reyes
He querido dejar a propósito este punto a parte de los demás. Para los que habéis visto la serie, recordaréis que en la primera temporada se habla constantemente de La Bajada.
Sin explicar casi nada más, me quedé con la curiosidad y no tardé en encontrar a lo que se refería. Hace referencia a la bajada de la Virgen de los Reyes, patrona de la isla, desde su ermita hasta Valverde.
Se celebra el primer sábado de julio cada cuatro años. La tradición comenzó en 1741 cuando el pueblo asumió como compromiso el traslado, como señal de agradecimiento cuando se pidió a la virgen que intercediera en un episodio de sequía extrema.
El Santuario de Nuestra Señora de los Reyes es uno de los mayores centros de peregrinación de las Canarias.
Como en ocasiones anteriores, os comparto el vínculo de Filmaffinity.
***
Lee otros artículos relacionados:
Descalzos por el mundo 
1 comentario