Durante el confinamiento, la revista Traveler hizo un cuestionario viajero a distintos personajes del mundo de la cultura.
Un día, me quedé pensando y me dije a mí misma que a mí también me gusta viajar y que me merezco que me hagan una entrevista viajera. Como no conozco a nadie que me la pueda hacer, ¡me entrevisto a mí misma!
Si tú también quieres que te entrevisten, escríbeme a descalzosporelmundoblog@gmail.com y te explicaré qué hacer.
1. Tu anécdota viajera inconfesable
Dormí en el camarote del capitán. Suena bien, pero la historia tiene miga.
Egipto, puente de diciembre, tras un día intenso visitando; llegamos al barco y, tras navegar rumbo sur subiendo el Nilo, llegamos a una esclusa y paramos durante toda la noche esperando poder pasar. Tras descansar, cenar y estar en cubierta disfrutando del frescor de la noche, volvemos al camarote y SORPRESA, olía fuertemente a gasolina.
Total, nos habíamos juntado sin saberlo una farmacéutica y una química y, conscientes de lo perjudicial de estar respirando esos gases, comenzamos nuestra lucha para que nos realojasen. Tras dejar claro que no valía ni limpiar, ni perfumar, sino que había que evacuar los gases (ya que el escape de otro barco daba a nuestra ventana y se filtraba todo); conseguimos que nos enseñasen una habitación que estaba encima de los motores. Más valía dormir con ruido que intoxicándonos.
La habitación parecía habitada, para muestra sorpresa era el camarote del capitán, accedimos a dormir allí (total el hombre iba a estar despierto toda la noche esperando turno para la esclusa). Nos limpiaron y acomodaron la habitación y, a eso de las 00, conseguimos sitio para dormir. Caímos rendidas y solo el ruido de los motores y el vaivén al pasar la esclusa nos despertó, pero a pesar del ruido y todo el jaleo, volvimos a dormir sin problema alguno. El resto del viaje en barco el capitán nos saludaba jeje

¡INOLVIDABLE!
2. Un hotel secreto
En Pernús, una aldea cerca de Colunga, Asturias, hay un hotelito rural regentado por una familia encantadora: la Casona del Fraile.
3. Un pequeño gran lugar alejado de las multitudes
La laguna del Campillo en Rivas-Vaciamadrid, poco concurrido y al lado de casa. Mi sitio de desconexión de la ciudad cuando no quiero irme lejos.

4. Una fiesta en un restaurante en cualquier lugar del mundo
En su momento lo llamamos “6 to 6”, imaginad porqué. Fue mi despedida tras un mes y pico en Londres estudiando inglés junto con gente encantadora de gran variedad de países. En un pub que ni recuerdo cerca de la academia en un barrio a las afueras de la City. Al volver a Madrid tuve una de las peores resacas de mi vida jajaja

5. Un libro que te inspire para viajar
Cometas en el cielo, me abrió los ojos a otras realidades y me despertó las ganas de conocer otras culturas.
6. Y una película
Come, reza, ama. Un “clásico moderno” que me descubrió la posibilidad de viajar para experimentar y conocerse a una misma, no solo por desconectar de la rutina.
7. Un lugar en el que te hayas enamorado
En una playa de Cantabria, la historia empezó muy bien y acabó muy mal. Pero mi amor por la región no ha cambiado.

8. Una aerolínea o terminal
La terminal 4S en Madrid, parece que viajas a otro mundo para llegar, metro incluido.
9. Tu tienda favorita de souvenirs
Cualquiera con imanes originales y con guiños a las peculiaridades del sitio.
10. Una canción que suene a vacaciones
Depende de cuándo y de la compañía; pero siempre me conecta con el buen mood de estar de vacaciones “Cover me in sunshine” de P!nk.
11. Tu lugar favorito en el mundo
Casa, lo que signifique en cada momento. A veces es literal, otras veces es un lugar en el que me he evadido de la rutina, otras la compañía.
Pero si tengo que decir alguno, ahora mismo sería el pirineo Aragonés, concretamente del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Lo visité el verano pasado (2022) en mi primer viaje a solas y volvería ahora mismo.

12. El destino pendiente
ISLANDIA, con mayúsculas. Pero otros mil sitios: Costa Oeste de EEUU, Argentina, México, Francia, Italia, Escocia, Croacia, Marruecos, India, Nepal, … Y son los que se me ocurren ahora.
13. Tres imprescindibles en tu maleta
Un pañuelo de tela sedosa para proteger mis rizos al dormir, el cargador del móvil para poder hacer mil fotos y una chaqueta versátil que abulte poco de “por si acaso” para la mochila.
14. Una iniciativa que haga del mundo un lugar mejor
Más que una iniciativa, un despertar colectivo que trajo la pandemia: el bienestar mental y emocional.
Cuidarnos no es solo por fuera, también es por dentro. Después de generaciones viviendo en automático, ahora somos más conscientes de que a veces hay que parar y trabajar en ser más felices y plenos.