El padrino

Este mes, no voy a hablar de una película, sino de una trilogía que está considerada dentro de las mejores películas de la historia del cine. Me imagino que ya sabéis de cuál hablo, El Padrino (Francis Ford Coppola, 1972).

Basada en la novela de Mario Puzzo, escritor neoyorkino de origen italiano, la primera película estaba destinada a ser la única que se rodara. En ella, vemos retratada la vida de Vito Corleone, un padrino de la mafia, originario de Sicilia, pero asentado en EE.UU. desde hace varias décadas. No hace falta dar muchos más detalles porque seguro que la habéis visto, si no, os animo encarecidamente a que lo hagáis lo ante posible.

Cartel promocional de la película

La segunda parte se rodó pocos años más tarde, debido al gran éxito que tuvo la primera, con un guion escrito expresamente para ser llevado al cine por el propio autor y hay que estar hecho de otra pasta para que no te guste. Se habla en paralelo de la propia vida de Vito Corleone, de su infancia en una tierra donde la miseria y la Cosa Nostra eran los únicos que mandaban, de su llegada a Nueva York, siendo la Estatua de la Libertad lo primero que ve y de su paso por el centro de recepción de inmigrantes de Ellis Island y de las circunstancias que se dan para que termine convertido en capo mafioso. La otra trama de la película continúa la historia de la primera parte.

La última parte continúa con la historia familiar en el presente y, sinceramente, es la más floja de todas.

Corleone, el pueblo siciliano que aparece en El padrino

Cuando veo una película, me gusta buscar información sobre el director, los actores, qué otras películas han hecho, los premios o nominaciones que tiene y, si las localizaciones tienen “algo” miro dónde se ha realizado el rodaje.

En este caso, es fácil, parte de la acción se sitúa en la localidad de Corleone, pero, cuidado, porque tiene truco porque hay escenas que, pese a decir que eran en este lugar, en realidad se rodaron en Savoca y Forza d’Agrò, en la otra costa de la isla, ya que, entre otros motivos, estos dos últimos seguían teniendo ese aspecto histórico que se buscaba.

Parroquia de Santa Rosalía, en Corleone. Foto de De trolvag, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=56797267

La primera vez que tuve evidencias de que este lugar existía y no era tan solo el apellido de una mafioso fue hace ya bastantes años, cuando mi amiga Noe fue de vacaciones a recorrer este lugar del Mediterráneo. En el grupo se propuso acercarse a este pueblo, más o menos cercano a Palermo, para dar con todo aquello que se ve en la película. Y se llevaron una desilusión.

“No tiene nada”. Con estas palabras me definió Noe Corleone. “Te haces una foto con el cartel del pueblo y punto”. Pues vaya gracia. En mi proceso de documentación encontré que unos cuantos viajeros más habían sentido lo mismo al llegar: decepción absoluta. Por si no fuera poco, si miras el mapa, parece que está cerca de Palermo, pero a la hora de la verdad, supone un trayecto de unas dos horas en coche en el que no hay nada más. Si te desvías para algo así es porque estás seguro o convencido de que merecerá la pena. Hasta que la realidad te pone en tu sitio.

Sicilia

Esta isla del Mediterráneo es el origen de la película. Se trata de la séptima isla más grande de Europa y la mayor del Mediterráneo, a medio camino entre este continente y África, lo que la ha convertido en un cruce de culturas.

Sin saber mucho más, es fácil pensar que es un erial. Tierra, colores ocres, sequedad, calor son las primeras palabras que me vienen a la mente si pienso en Sicilia, sin embargo, si nos paramos a pensar un poco más, llegan otras: volcán, barroco, gastronomía, arqueología. No sé a vosotros, pero a mí se suena muy bien.

Imágenes de Scopello, Sicilia. Foto de Flo P en Unsplash

No sé por qué motivo, las islas, en general, me llaman poderosamente la atención. No puedo explicar el motivo, creo que lo asocio a lejanía, a dificultad para llegar (y eso que hoy hay pocos o ningún lugar incomunicados) y, si me paro a pensar en sitios a los que tengo muchas ganas de ir (Japón, Madagascar o isla de Pascua, por citar unos pocos), la mayoría son islas. Así que, Sicilia no iba a ser menos y aparece en mi listado de pendientes.

Me leo casi todos los artículos que veo publicados de esta isla, hojeo guías, sueño con visitarla, sólo me falta ir. Y, pese a que llevo años diciendo que tengo que hacerlo, me cuesta encontrar acompañantes porque no se trata de un recorrido que yo haría en grupo, como otros muchos, sino que prefiero hacerlo por mi cuenta.

No me hacía falta (volver a) ver El padrino para tener ganas de conocer Sicilia, pero sí que esas mismas ganas, que llevaban una temporada dormitando, se han despertado.

Una de las veces que quedé con Geni, decidí “enfadarme” porque no puede ser que dos amigas viajeras como somos nosotras no hayamos hecho ni una triste escapada juntas. ¡Eso no puede ser! Venga, tormenta de ideas de lugares para unos 5 ó 7 días en los que no sea necesario coche. Me empiezan a llegar a la mente varios de Italia, entre los que destaca uno: Sicilia. Era demasiado obvio.

Vamos a Sicilia cuanto antes. Foto de Antonio Sessa en Unsplash

Veo rutas de 7 días por la isla. Me informo en distintos blogs y se puede hacer perfectamente en transporte público. Aunque me asalta un miedo: ¿siete días serán suficientes? ¿No nos quedaremos cortas? Ya sabemos que, si te queda algo por ver, no vas a volver inmediatamente para complementar la visita, sino que pueden pasar años antes de decidir regresar, si es que lo haces. ¿Y si buscamos otro lugar que sepamos que se puede ver con más calma?

Y todo esto sin planes concretos para ir y, menos aún, con fecha, sin embargo, parece que este año no va a poder ser.

Qué me estoy perdiendo en Sicilia

Pues muchas cosas. No sólo Savoca y Forza d’Agrò, dos pequeños pueblos que se conservan como si el tiempo se hubiese detenido y en los que se encontrarían las localizaciones de esta estupenda trilogía, sino que tendría que elegir qué dejo fuera para un siguiente viaje.

Podría empezar por las ciudades, como buena urbanita. La capital, Palermo, con un patrimonio artístico y arquitectónico que abarca desde los púnicos hasta el Art Nouveau, además de residencias de estilo árabe. Catania sería el siguiente destino, destruida siete veces por erupciones volcánicas y terremotos, siempre ha sabido reponerse y salir victoriosa, sede de la primera universidad de Sicilia y donde se obtienen las mejores vistas del Etna. Siracusa, con su centro histórico que fue sede cultural de la Antigua Grecia y con una historia griega y romana que deslumbra. Taormina, imposible perdérsela porque si Goethe la definió como un “paraíso en la tierra” pues digo yo que habrá que ir.

Catania. Foto de Noel Broda en Unsplash

No nos podemos perder el barroco de Noto que, aunque no es mi estilo artístico favorito, pues ya que lo vi en Viena, pues lo veo también aquí. Los archiconocidos templos de Agriento, lugar descrito por Píndaro como “la más hermosa de las ciudades mortales”. Buscar la imagen de Cefalú a orillas del mar, esa que transmite tanta calma y en la que te podrías sentar durante un buen rato, simplemente, a ver la vida pasar.

Y esto sólo por mencionar una pequeñísima parte de todo lo que Sicilia ofrece. Las ganas de ir se están multiplicando exponencialmente mientras que escribo esto…

La mafia

¿Por qué en Corleone no hay nada que ver? Después de haber leído unos cuantos artículos al respecto, creo que se puede contestar de manera breve y concisa: por la mafia.

Cuando a comienzos de la década de los 70 se desplazó todo el equipo de El Padrino a este desconocido y pequeño pueblo siciliano, los capos torcieron el morro. Llevaban décadas siendo los dueños y señores del lugar, haciendo y deshaciendo a su antojo, la gente les temía y les hacía la pelota, por lo que se sentían poderosos e invencibles porque, en realidad, lo eran.

Y, de repente, llega todo un equipo de gente de fuera, en algún caso, descendiente de italianos, y lo ponen todo patas arriba. Además, estamos hablando de gente que tiene ojos, que es capaz de darse cuenta de muchas cosas y, lo que es peor, es una película de Hollywood que se va a ver en cines de todo el mundo y que va a poner Corleone en el mapa. Y eso significa varias cosas, por ejemplo, llegada de turistas.

Si tu pueblo es tu cortijo, no quieres que venga gente de fuera a verlo, que se pueda denunciar la situación, que se enamoren del lugar y decidan que se compren una casa. Déjame tranquilo a lo mío y no me vengas a molestar.

Más imágenes de Sicilia para tener más ganas de ir. En la foto, Cefalú. Foto de Henrique Ferreira en Unsplash

Una solución para seguir de capo y que no pase nada es no llamar la atención. Si no atraigo el turismo, si no doy al turista lo que está buscando, no va a venir y, el que venga, se va a ir rápido. ¿Tú te quedarías en un lugar en el que todo está cerrado? ¿En el que las pocas personas con las que te cruces te miren con recelo? ¿En el que no puedas ni siquiera comprar un imán para la nevera? No suena muy atrayente. Volvemos a ese “Corleone no tiene nada”.

Mira que soy cinéfila, que me gusta ir a los escenarios de películas y series que me gustan, pero no a cualquiera, ni de cualquier manera. Dado que el tiempo es limitado, hay que elegir qué se ve y qué se queda fuera. Si, por muchas ganas que tenga de ir a un sitio, supone un desvío de dos horas por trayecto en el que no hay nada más y, por si no fuese poco, te vas a llevar un guantazo de desilusión, creo que no me apetecería visitar Corleone, por muy mítica que sea. Sicilia está llena de lugares que no decepcionan.

Encontré un artículo de La Vanguardia que explicaba que, la Cosa Nostra estaba tan establecida en el ayuntamiento de este pequeño pueblo, que resultaba escandaloso seguir mirando para otro lado y, en 2016, el Estado Italiano tuvo que intervenir y hacerse cargo de la gestión.

Como complemento, me parece muy interesante este post del blog Mochileando por el mundo en el que se habla de la historia de la mafia. Mejor explicado, imposible.  

Mientras que espero (impacientemente) que por fin llegue en día en el que coja un avión para Sicilia, os comparto el vínculo de Filmaffinity.

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