Un safari de tres días por el Parque Nacional de Kruger en Sudáfrica

Para hacer un safari, hay que madrugar, y mucho, ya sea en el Parque Kruger de Sudáfrica o en Masai Mara de Kenia. Los animales se suelen mover con el sol, las puertas abren muy pronto, por lo tanto, si no te quieres perder nada, el despertador suena a horas en las que, hace ya unos cuantos años, estaba pidiendo otra copa.

De hecho, la noche que hicimos en Graskop, previa a nuestra entrada al Parque, el despertador hizo lo propio antes de las 4 de la mañana… Mátame camión. Menos mal que lo que nos esperaba (y vimos) superó con creces el dolor mañanero.

El dolor de madrugar se te pasa en cuanto te cruzas con una manada de elefantes que corta el tráfico

El Parque Kruger, como el resto de parques de Sudáfrica, tiene la particularidad de que el gobierno permite recorrerlos por libre en tu propio coche, siendo, además, la entrada bastante asequible. He leído muchos blogs en los que animan a visitarlo en solitario, tienen sus razones y me parecen respetables, sin embargo, yo animo a hacerlo con un guía. ¿Por qué?

Porque Javi y yo fuimos a disfrutar viendo animales, no a conducir buscando sin saber si los vamos a encontrar y para evitarnos posibles problemas con el coche (que ya he leído alguno). Adicionalmente, valoramos las explicaciones sobre los animales que te ofrece el guía (de las que se aprende un montón) y ayudamos a crear y fomentar el empleo en el país.

Si tu intención sigue siendo hacerlo por libre, estupendo, te recomiendo la lectura de los posts dedicados por los blogs Ganas de mundo, Mochileando por el mundo o Viajeros callejeros.

Algunos datos y consideraciones sobre el Parque Nacional de Kruger

Situado en el noreste de Sudáfrica, hace frontera con Mozambique y Zimbabue, siendo la reserva de animales más importante de África austral, con una superficie de casi 19.000 km2, 350 km de longitud y 60 km de ancho.

Un jaribú africano, paseando tan chulo sin ser consciente de que estamos flipando con sus colores

Junto con la Amazonía, tiene la mayor biodiversidad mundial y, entre las especies que habitan, hay 147 tipos de mamíferos, 507 de aves, 114 de reptiles, 34 de anfibios, 49 de peces y 336 especies de árboles, muchas de todas estas, endémicas. Dos millones de hectáreas de vida salvaje.

El parque comenzó siendo un coto de caza, con la finalidad de preservar la vida salvaje y protegerla de la caza indiscriminada. En 1926, se convirtió en parque nacional, abrió al público con un precio de entrada de 1£, aunque fueron pocos los que se adentraron. Menos de diez años después, los visitantes ascendían a 26.000 y, en la actualidad, supera con creces el millón.

No se ven hipopótamos fuera del agua todos los días

El ecosistema del parque es sabana boscosa seca. No se corresponde con la sabana de Kenia o Tanzania, sino que hay mucho más matorral.

Nosotros visitamos el parque en agosto, que coincide con la estación seca, por lo que, en teoría, es más fácil ver animales. Y remarco lo de “en teoría” porque las temperaturas son más elevadas (alcanzamos los 37˚) y los animales se ponen a cubierto y, con la cantidad de matorrales, puede ser más complicado avistarlos.

Algunos consejos para preparar la visita al Parque Nacional Kruger

El horario de apertura del parque es de 6:00 a 18:00, momento en el cual, se cierran las puertas y todos los que no se alojen en el interior tienen que estar fuera, bajo riesgo de ser multados.

Antes de que abran las puertas, hay bastante cola para entrar y se forman dos: una para los tours guiados y otra para los coches particulares. Tienen preferencia los tours guiados y, hasta que no pasan todos, no dejan entrar a los particulares.

Kudus y antílopes bebiendo

Durante la época seca, en las primeras horas hace bastante frío y, si vas en un tour, irás en una 4×4 abierto, así que ponte capas como una cebolla. Eso sí, prepárate para los cambios de temperaturas bestiales, ya que la diferencia entre máximas y mínimas es enorme.

A grandes rasgos, se puede dividir el Kruger en tres zonas: norte, centro y sur. La zona norte se ubica al norte del río Olifants y es conocida como la más salvaje. Van menos turistas y hay menos opción de alojamientos. Los animales que se suelen ver son elefantes, búfalos o leones, teniendo en cuenta que se mueven libremente por todo el recinto. El extremo norte se corresponde con un clima tropical y hay fauna, especialmente aves, que no se ve en el resto del parque.

Nosotros nos movimos por las zonas centro y sur. Hay más servicios para los visitantes (no sólo alojamiento, sino cafeterías, baños y tiendas), pero también más turistas.

Cuidado, ni se te ocurra meter la mano

La zona centro se ubica entre los ríos Olifants y Sabie. Entre los animales que se ven están los big five (cuánto daño ha hecho el marketing), así como otros que, pese a no ser tan “llamativos” merece la pena dedicarles tiempo. ¡Los pequeños también son importantes!

La zona sur es muy similar a la central, aunque, cuanto más al sur, menos matorral, más sabana “despejada” con acacias salpicando el paisaje. Esto implica una mayor probabilidad de ver animales. Por cierto, si vas buscando rinocerontes, hay más posibilidades de dar con ellos aquí.

Una impala hembra posa para la foto. Y si esto no es posar, que me digan qué es

En cualquier caso, hago mío el consejo que nos dio el guía cuando hice el safari en Tanzania y Kenia: cada día es independiente del anterior y hay que levantarse por la mañana sin expectativas. Si un día se vio una manada de leonas con sus crías jugando, no quiere decir que al día siguiente vayan a seguir. Los animales no piensan en los turistas, van a su bola y se mueven libremente. Un día puede ser muy bueno y, el siguiente, muy flojo.

Lo que importa, lleva ilusión, prismáticos, baterías de cámaras o móviles a tope y el libro Parque Kruger Mapa: se encuentra fácilmente, es barato, con ilustraciones de todos los animales y resulta muy útil.

Las jirafas son de mis animales favoritos y esta mamá y su cría se han ganado tener un huequito en el post

Por cierto, sé que en circunstancias normales no habría que mencionarlo, pero está estrictamente prohibido bajarse de los vehículos a excepción de las zonas señaladas. No merece la pena perder la vida por hacerse una foto más cerca o por intentar tocar un animal, entre otros motivos, porque si hay felinos, no sabes de dónde puede salir… No seas como él.

Para una mayor información sobre el Parque Nacional Kruger, te comparto la web oficial del parque y la oficial de los parques nacionales de Sudáfrica.

Animales que se ven en el Parque Nacional Kruger: los big five

No nos engañemos, cuando hacemos un safari, queremos ver a los animales “importantes”: elefantes, leones, leopardos, búfalos y rinocerontes. Son conocidos como los big five. Cosas del marketing.

He visto estos animales entre los dos safaris que he hecho, aunque, sinceramente, me parece más fácil avistarlos en Kenia o Tanzania, ya llegaré a este punto.

Un elefante mirándome a los ojos

En el Kruger, te vas a cruzar manadas de elefantes por todas partes. Al principio, alucinarás, después, pasarás un poco más de largo. Las madres son muy territoriales y, como es probable que tengan a sus crías cerca, es mejor no acercarse.

Si hace calor, es normal que muevan las orejas como si estuviesen aleteando. Se trata de una manera de regular su temperatura. Pero hay que tener cuidado y no confundir este movimiento de termorregulación con un aviso de probable ataque. Cuando se ven en peligro (o a sus crías) comienzan a aletear y a mover la cabeza. Yo me mantendría lejos. ¿Sabes que la muerte por ataque de elefante es una de las más comunes en África? Pues eso.

Los leones, los reyes de la selva, uno de los animales que con más ahínco se buscan y es que, verlos con ese melenón, impresiona.

Las manadas están formadas por leonas de la misma familia (lo más probable es que sea una madre y sus hijas) y los cachorros. Se crían en manada (y nunca mejor dicho), independientemente de quién sea la madre de cada uno de ellos. Los machos se ven expulsados de la manada cuando se les considera sexualmente maduros.

Dos leonas viendo la vida pasar

No puedo decir que haya tenido suerte en el Kruger viendo leones. Leonas vimos pocas, sin crías, cerca del agua descansando. Sólo vi un león y estaba tan lejos que, incluso con el zoom a tope, en la foto se veía mal. Eso sí, en Kenia y Tanzania los vi sin descanso y la imagen de las leonas con sus cachorros es de lo más tierno que he visto nunca.

Los leopardos suelen ser difíciles de ver, sobre todo, si tenemos en cuenta que se pueden subir a los árboles para estar tranquilos o comer, lejos del alcance de otros felinos o las hienas.

Tuvimos la suerte de ver un leopardo tras haber cazado un impala. Era difícil de encontrar, menos mal que llevábamos un guía para indicarnos dónde mirar porque si no, aún seguiríamos buscándolo. Estaba a la sombra, escondido tras unas ramas, mirando a la nada, como encantado de haberse conocido y, un poco más alejadas, se veían las patas rígidas del impala. El ciclo de la vida.

Ir al Kruger y ver un leopardo, eso sí que es suerte (sin contar con el de la merienda)

Por cierto, la manera de diferenciar leopardos y guepardos es porque estos últimos tienen dos líneas negras verticales en el rostro y porque los primeros pueden trepar a los árboles. Eso sí, si los leopardos son complicados de ver, los guepardos mucho más.

En el Kruger suelen estar por la zona sur, entre los campamentos Lower Sabie y Crocodrile Bridge, son bastante solitarios y hay pocos. Espero que tengas más suerte que yo y des con alguno.

El búfalo africano tiene un carácter imprevisible, motivo por el cual nunca ha sido domesticado. Pese a su enorme tamaño (los machos pueden llegan a pesar 1.000 kg y las hembras 600 kg) y peligrosos cuernos, es un animal herbívoro y pasa comiendo entre 9 y 10 horas diarias.

Hay una curiosidad sobre los búfalos macho que me encanta y es que, cuando ya son maduros y son expulsados de la manada, se juntan varios y forman la suya propia para protegerse los unos a los otros y hacerse compañía. ¡Son como las chicas de oro!

Manada de búfalos machos, que se hacen compañía y se protegen los unos a los otros

A lo largo de todo el Kruger te vas a cruzar con búfalos casi constantemente, por los que no hará falta salir a buscarlos.

Para terminar con los big five, los rinocerontes, uno de los que más cuesta hallar. Las cinco especies que hay de rinocerontes en todo el mundo están en peligro de extinción, algunas de ellas, en estado crítico, con menos de 100 animales contabilizados.

En el Kruger se pueden avistar de la especie blanca y negra y se suelen mover por la zona sur, especialmente, en Skukuza o Lower Sabie. Los furtivos son su principal peligro y, aunque en este parque se persigue, alguno consigue su objetivo.

Cuando empezó el viaje, mi principal objetivo en el Kruger era ver rinocerontes, el único animal que se quedó pendiente en mi anterior safari. Sin embargo, no lo conseguí a la primera: son pocos y esquivos, aunque sí que tuvimos el placer de cruzarnos con muchas de sus cacas, así que no podían estar demasiado lejos.

Lo sé, no son rinocerontes, son ñus, descansando a la sombra por el calor que hace

Pero no. Fueron más rápidos que nosotros. Menos mal que sabía que en Svatini no se me escaparían… ya llegaremos a ese punto, en el que hablaré más detenidamente de este animal.

Otros animales para ver en el Parque Nacional Kruger

Como en el caso de los búfalos, te cruzarás con cebras por todo el parque. Son herbívoras, viven en manadas y sus rayas son únicas, por lo que no hay dos cebras con el mismo patrón. Además, si te fijas bien, comprobarás que no son sólo blancas y negras ya que, las puntas de las crines son marrones.

Es fácil verlas apoyando la cabeza en los lomos de otra, ambas mirando en direcciones opuestas. Esto es para no bajar la guardia ante la posible presencia de depredadores.

Apoyadas unas sobre otras controlando todo el panorama

Otro animal que, cuando se junta con otros miran en direcciones opuestas, es el facóquero. Los conocidos como Pumba en El rey león. Son bastante solitarios, no obstante, en los momentos en los que son más vulnerables sí que pueden estar acompañados.

Entre los animales que viven en manadas y son herbívoros, tenemos impalas, antílopes Eland, kudus o saltarrocas. Una de las principales maneras de diferenciarlos es por los cuernos y las formas que tienen.

Los kudus pertenecen a la familia de los antílopes, aunque de un mayor tamaño y no lo vi en mi anterior safari. Tiene unas rayas blancas verticales muy características en el lomo y los cuernos son espectaculares, los de los machos adultos llegan a dar tres vueltas y media.

Un kudu macho con unos cuernos que resultan impresionantes

Por cierto, en Tanzania nos contaron que los impalas se mueven en manadas de un macho y muchas hembras y que, en África, al hombre que es muy ligón se le llama impala. No he dado con ninguna referencia a esto en internet, pero me parece muy gracioso. ¿Alguien puede confirmarlo?

Dentro de esta misma familia de animales tenemos a los nyalas. ¿Habías oído hablar de ellos antes? Yo tampoco.

La diferencia entre machos y hembras es enorme: los machos son de color oscuro, con alguna raya blanca en el lomo y unos cuernos que pueden alcanzar los 80 cm. Adicionalmente, tiene una especie de barba y parte de las patas son blancas. Las hembras no tienen cuernos y el pelaje es más rojizo, con muchas rayas blancas y puntos salteados por el lomo.

Un nyala macho, ¿a qué parece que lleva calcetines?

Te vas a cruzar con ñus como si no hubiera un mañana. Suelen pastar cerca de cebras, así están mucho más protegidos y colaboran entre sí en el caso de que haya depredadores. Los babuinos no suelen quedarse demasiado lejos de ellos (o de impalas o antílopes) y emiten sonidos en el caso de peligro para alertar a todos. ¡La naturaleza es maravillosa!

Por cierto, hablando de babuinos, cuando paramos en una de las zonas habilitadas donde hay cafeterías, nos habían advertido de ellos y de que no tienen ningún problema en atacar si hay comida.

Un babuíno deciendo a qué turista le va a robar la comida

Miré que no hubiese ninguno cerca y me senté tranquilamente en un banco admirando el río Sabie con intención de comerme un plátano. De repente, escuché un ¡Naike! Y, al mismo tiempo, algo tiraba hacia atrás. Un vulgar ladronzuelo en forma de babuino consiguió robarme parte del plátano y, por si no fuese poco, se regodeaba delante de mí. Aprendí la lección, porque no volví a comer nada con esa misma tranquilidad. Aunque sé que no hace falta decirlo, está terminantemente prohibido dar de comer a los aminales.

No nos podemos olvidar de las hienas. Con bastante mala fama (¿puede que sea por El rey león?), una vez que las ves, la opinión suele cambiar bastante, además, si tienes la suerte de que estén con las crías, mueres de amor. Nacen con el pelaje muy oscuro y, según van creciendo, se les clarea.

Una manada de hienas con sus crías

En el Kruger, como hay caminos que están asfaltados, a primera hora de la mañana es normal que estén en los márgenes, ya que el asfalto guarda el calor. Si tienes la suerte de ver una escena de caza o una en el que un felino esté comiendo, abre los ojos porque habrá hienas esperando su parte.

En zonas de agua, verás tortugas, cocodrilos e hipopótamos, entre otros. Sobre estos últimos hablaré en el post que dedicaré a iSimangaliso. Eso sí, en el caso de que haga calor, como me pasó a mí, acércate a las zonas de agua porque habrá bastante animales bebiendo o revolcándose en el barro para protegerse del sol.

Cuidado, que los cocodrilos se mueven rápido y son silenciosos

Dejo para el final mi favorito: las jirafas. Después de haberlas visto en varias ocasiones, no tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que les gustan que le hagan fotos. Te miran con una ternura que derrite, tienen unos pestañones con los que podrían provocar un huracán y se dan la vuelta y posan hasta que todos hemos terminado de hacerles fotos. ¡Son preciosas!

La manera de distinguir a hembras y machos es que las primeras tienen los osiconos (cuernos) con pelo, parecen un pincel, y el cuello más fino que los machos. Estos tienen los cuernos pelados porque es lo que utilizan para luchar contra otros machos.

Jirafas que hacen morir de amor

Aves en el Parque Nacional Kruger

Si eres un apasionado de la ornitología, el Kruger será uno de tus sitios predilectos para ver aves. Coge los prismáticos, aunque sé que ya lo has hecho, y prepárate.

Pigardo vocinglero, calao terrestre, alción estriado, martín pescador, ibis, gallina de Guinea, toco piquigualdo sureño, al que llaman flying banana (frente al toco coronado, con el pico rojo, más conocido como flying chili) carraca con sus brillantes colores, jaribú africano, con un pico espectacular, buitres… ALUCINANTE. Y esto sólo por mencionar unos pocos.

Dos flying bananas, o toco piquigualdo sureño

Por cierto, también hay avestruces, que no llegué a ver aquí, sin embargo, nos estaban esperando unos días más tarde en un escenario diferente.

A este paso, me termino metiendo en algún grupo de ornitólogos…

El Parque Nacional del Kruger es todo un espectáculo de biodiversidad. Si estás dudando entre ir o no, no lo dudes: ve y no te arrepentirás.

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