Recorriendo el norte de Armenia: senderismo en el Parque Nacional de Dilijan y monasterio de Goshavank

En nuestro recorrido por el norte de Armenia, dejamos atrás el lago Seván para adentrarnos en el Parque Nacional de Dilijan, donde haríamos una noche y, al día siguiente, teníamos esperándonos una ruta senderista de lo más apetecible: partiendo del lago Parz, llegaríamos andando al monasterio de Goshavank y regresar esa misma tarde a Ereván. ¡Qué ganas de naturaleza!

Dilijan

Dilijan es famosa por sus paisajes alpinos y su clima agradable. Al igual que las orillas del lago Seván, en tiempos soviéticos, era un centro turístico de primer nivel gracias a los poderes medicinales que se atribuía a su agua mineral.

Siguiendo el consejo de Hasmik, compramos algo en un supermercado en Seván, ya que nos dijo que no nos podía garantizar que encontrásemos algo abierto en Dilijan, además, nuestro hotel estaba bastante alejado del centro.

Vista de Dilijan, a la derecha se ve el Memorial al 50 Aniversario de la Armenia Soviética. Foto de Serouj Ourishian para Wikipedia Commons

Con esta información, no parecía que nos estuviésemos perdiendo nada del otro jueves, ¿o quizás sí?

Dejamos las maletas y un pequeño grupo salimos a explorar. Hasmik tenía razón al afirmar que el alojamiento estaba muy retirado. Nos costó un buen paseo llegar a una calle principal, en la que sí que vimos algunos comercios abiertos. Como ya el sol iba cayendo y el lugar no prometía en exceso, optamos por regresar y, en cuanto nos quisimos dar cuenta, era de noche y la iluminación urbana era bastante pobre.

A la mañana siguiente, simplemente, nos pusimos nuestra ropa de senderismo y dejamos Dilijan atrás. Pero la vida es como es y, como no me puedo estar quieta y nunca sabes a dónde te va a llevar una búsqueda en internet, di con un artículo de un blog en el que se hablaba de esta ciudad y, lo que leí, me gustó.

Plaza principal de Dilijan. Foto de Armen Khachikyan para Wikipedia Commons

Vale que no va a ser la visita de tu vida ni aquello que te marque, sin embargo, creo que un par de horas sí que se pueden destinar. Y, si regresamos más tarde a Ereván, ¿qué pasa?

Es fácil pensar que, dada su ubicación montañosa y en las puertas de un parque nacional, vamos a encontrar un pueblo de postal como sacado de Suiza, por algo Dilijan es conocida como la Suiza de Armenia y nada más lejos de la realidad. Dilijan es una población alargada, en la que calles atestadas de tráfico la cruzan. Si quieres ir de un sitio a otro, prepárate para caminar.

En cualquier caso, voy a hacer un breve resumen de los lugares más destacados de Dilijan y que yo hubiese visitado sin dudarlo.

Museo de Cultura Popular y Pinacoteca de Dilijan. Foto de 23artashes para Wikipedia Commons

Empezando en el Museo de Cultura Popular y Pinacoteca de Dilijan, donde se da cita una colección de arte europeo y armenio que cubre el periodo entre los siglos XVI y XX. Muchas de las obras más antiguas expuestas lo estaban anteriormente en los mejores museos de San Petersburgo y Moscú y fueron trasladadas hasta Dilijan para su custodia durante la II Guerra Mundial.

Me hubiese dedicado a recorrerla porque la arquitectura y los monumentos soviéticos son un caramelo para los amantes del arte. Un parque de atracciones abandonado y comido por la vegetación que conserva un taquilla con un letrero en ruso; el Monumento al 50 Aniversario de la Armenia Soviética o el Monumento a la Gran Guerra Patriótica. Este último lo conseguimos ver de lejos, ya que se veía un mastodonte blanquecino y el zoom de la cámara puede hacer milagros.

El zoom a tope para fotografiar el Memorial a la II Guerra Mundial de Dilijan

He leído que el centro histórico está reconstruido con viviendas tradicionales, especialmente en la calle Sharambeyan. Sin embargo, las opiniones están encontradas: por un lado, opinan que resulta artificial y, por otro, que muy bonito. No puedo opinar, por lo cual lo mejor es acercarse a verlo con tus propios ojos.

Además, para los amantes de lo abandonado, se menciona la mansión conocida como Khanjian Villa. Construida en la década de 1930, fue la residencia de Aghasi Khanjian, el primer secretario del Partido Comunista de la República Socialista Soviética de Armenia. Como decía, la casa está en ruinas y es propiedad privada, así que, entrar (y hacer fotos) está prohibido.

Edificio tradicional en Dilijan. Foto de Vahe Martirosyan para Wikipedia Commons

Por cierto, el blog en el que he leído todas estas recomendaciones de Dilijan es Ganas de mundo y este es el artículo que he consultado, os lo dejo enlazado para que tengáis más información y de primera mano.

Senderismo por el Parque Nacional Dilijan: desde el lago Parz hasta el Monasterio de Goshavank

El Parque Nacional Dilijan es un área natural protegida de unas 24.000Ha en la que los frondosos árboles, los campos alfombrados por flores, las cumbres nevadas y el sonido de los pájaros son una constante, especialmente en primavera. No en vano esta zona es conocida como la Suiza armenia, odio este tipo de nombres cargados de marketing, pero es buena comparación para hacerse a la idea.

El Parque se creó en el 2002 sobre una reserva natural ya existente con el objetivo de preservar su rica biodiversidad y preservación de lugares históricos importantes, así como dinamizar la economía de la zona.

La tranquilidad en el lago Parz (antes de que empiece la temporada de verano)

Dentro del Parque se encuentra el Pago Parz, Parz Lich, o lago Claro en español. El más grande de la zona y cuyas aguas proceden de manantiales. Pese a que apenas tuvimos tiempo de parar aquí, por lo que vi está pensado para el turismo: alquiler de barcas, tirolinas, un restaurante y cabañas para alquilar. Nuestra ruta de senderismo comenzó aquí.

Trascurren dos rutas: la Armenian National Trail y la Transcaucasian Trail. La Armenian National Trail es un camino de unos 1000km que atraviesa las cinco regiones de mayor abundancia natural del país. La Transcaucasian Trail es un proyecto que se puso en marcha en 2015 para crear una ruta de unos 3000km que pase por Azerbaiyán, Armenia y Georgia a través de bosques, cañones, ríos y visitando pueblos y lugares culturales. En la actualidad, el corredor sólo se puede hacer entre Georgia y Armenia, debido a los conflictos entre esta última y Azerbaiyán.

Siguiendo las señales de la Armenian National Trail en el Parque Nacional de Dilijan

Os comparto la web de la Armenian National Trail y de la Transcaucasian Trail para que tengáis más información.

El camino que tomamos nosotros tenía señalizaciones de las dos rutas y no nos cruzamos con nadie más. Hicimos en torno a 15,5km andando, con un desnivel de unos 700m y casi todo era a la sombra. A mí no se me hizo duro, aunque tampoco el grupo iba muy a piñón.

Según seguíamos andado, dejábamos atrás la naturaleza y el silencio para ir entrando, poco a poco y sin prisa, en la población de Gosh. De poco más de 1000 habitantes, es conocida por el impresionante monasterio de Goshavank (¿otro más? Sí, otro más, pero merece la pena, de verdad de la buena).

Las vistas desde lo alto de este monasterio, fundido entre las montañas y el paisaje, vale cada uno de los pasos que di desde que me levanté esa mañana.

Monasterio de Goshavank, en la pequeña población de Gosh, en el Parque Nacional de Dilijan

El monasterio de Gosh fue fundado en 1188 por Mkhintar Gosh, teólogo, jurista y fabulista, y es el único monasterio del país que lleva el nombre de su fundador. Consta de una iglesia principal, Surp Astvatsatsin o Santa Madre de Dios, y otras más pequeñas, San Gregorio de Narek y San Gregorio el Iluminador, así como una biblioteca que hoy está en ruinas y de la que se dice que llegó a albergar más de 15.000 volúmenes. Además, encima de la biblioteca, hay una cuarta iglesia, construida en 1921.

La verdad es que última iglesia no desentona en el entorno, aunque no termino de ver el motivo de construir algo así en un monasterio casi milenario. Por favor, si alguien lo sabe, que me lo explique.

Monasterio de Goshavank

Pese a que no se saben los motivos por los que Goshavank fue abandonado, hay un consenso entre los historiadores y se cree que ocurrió tras la invasión mongola de 1375, volviendo a ser ocupado entre los siglos XVII y XIX.

En la visita hay que prestar especial atención al khachkar que está entre la segunda capilla del templo de San Gregorio y el gavit: una maravilla digna de un artesano que amaba la perfección.

Si buscas «perfección» en el diccionario, aparece la foto de este khachkar en el monasterio de Goshavank

Sin embargo, antes de llegar al monasterio de Goshavank, llegando desde el pago Parz, pasamos por unos cuantos lugares que me parece interesante mencionar.

El primero es la diminuta iglesia de la Ascensión. Fue construida durante la vida de Gosh y es aquí donde fue enterrado en 1213, con unas vistas inmejorables hacia “su” monasterio. Unos metros más abajo, la pequeña iglesia de Surp Gevorg, o San Jorge y algunas lápidas y tumbas del cementerio de Gosh.

La tarde terminó comiendo nuestros bocadillos y un tomando un té caliente en el albergue que gestiona Edgar, que fue nuestro guía de montaña y senderismo durante todo el viaje.

Por cierto, como es fácil de suponer, Goshavank no es el único monasterio de la zona, así que, si os habéis quedado con ganas de más, aquí van algunos más que son también muy recomendables:

  • Matosavank, una iglesia de 1247 con el techo recubierto de hierba
  • Jukhtakvank, de los siglos XI o XII y con los muros apuntalados para evitar el derrumbe, por cierto, estos dos unidos por el Medieval Monasteries Trail
  • Haghartsin, o Danza de las águilas, construido entre los siglo X y XIII por orden de dos hermanos, príncipes del reino de Batratuni y de los que podemos encontrar el escudo de su familia. Precioso y poético nombre, aunque conviene destacar que en la última restauración alguien “limpió” más de la cuenta y tiene un aspecto demasiado nuevo.
Después de caminar durante más de 15km, al llegar a Gosh, hay que recuperar fuerzas

De estos mencionados no tuvimos tiempo de visitar ninguno más, pero en el caso de que hubiese sido posible, yo hubiese escogido Matosavank: medio en ruinas, comido por la vegetación, no obstante, la gente sigue entrando para colocar cruces, flores o distintos tipos de ofrendas.

Para más información sobre Dilijan y las distintas rutas que se pueden hacer en el parque, así como sobre los monasterios, además del post de Ganas de mundo que he dejado enlazado anteriormente, os comparto este de Transcaucasian Trail.

Balance del viaje de Armenia

Este post dedicado a Dilijan es el último de mi viaje por Armenia, aunque dejo uno pendiente sobre el arte y arquitecturas socialistas en Ereván, así que aprovecho este espacio para hacer balance.

Algunos de mis compañeros confesaban que Armenia no les estaba terminando de llenar, quizás gente más acostumbrada a viajes con más aventura, destinos más exóticos o exigentes. Desde mi punto de vista, todo depende y tienes que contestar a la pregunta ¿qué estás buscando?

Si la respuesta es un choque cultural, aventura o exotismo, Armenia no es para ti. Y no pasa nada. Por el contrario, si estás buscando algo más calmado, que no implique madrugones, jornadas maratonianas y la posibilidad de conocer los puntos más relevantes de un país con calma y regresar a casa sin la odiosa sensación de que te ha quedado la mitad (o más por ver), apunta Armenia en tu lista.

Pese a lo azul de las aguas del lago Seván, Armenia no va a ser el país más exótico que te visites

Es un país cercano, cómodo, la mayoría de noches nos alojamos en Ereván, por lo que no tenía que estar maleta pa’rriba y maleta pa’bajo. Pese a las tensas relaciones con Turquía y Azerbaiyán, es un destino seguro, en ningún momento tuve la sensación contraria y, todavía (y remarco lo de todavía), no ha sido colonizado por el turismo masivo.

Respecto a los precios, de momento, están contenidos, me gasté bastante menos de lo que había llevado, entre otros motivos, porque la comida picnic que llevábamos incluida los días de senderismo era lo suficientemente generosa como para comer y cenar (o quedarte lo suficientemente saciado como para no tener que cenar, como es mi caso).

En cualquier caso, las noches que salimos por Ereván, a pesar de ser más barata que Madrid (lo que es fácil), los precios me parecieron elevados para el nivel de vida que se tiene en el país.

Hubiese dedicado un día más a recorrer Ereván

Hablando de gastronomía, la comida de armenia es sabrosa y tuve la oportunidad de probar algunos de sus platos, aunque, como he dicho, me salté alguna cena…

Entre los platos que probé, menciono la sarma de arroz (arroz condimentado envuelto en repollo); tolma, parecido, cambiando el repollo por hojas de parra; el shish kebab, que son brochetas de carne; o la kofta, trozos pequeños de carne que probé con salsa de pistachos y que estaba deliciosa. Mención aparte para el lavash, el pan típico, una torta plana y muy ligera.

En Ereván es fácil encontrar restaurantes georgianos, así que, en el mismo viaje pude comer también khachapuri y khinkali.

Si no he contado mal, visitamos nueve monasterios en una semana. Siendo sincera, me resultó algo repetitivo y, al final, terminas confundiendo y olvidando algunos de ellos. Como ya he comentado, si sólo tuviese tiempo o ganas para uno, visitaría el de Geghard. Un monasterio rupestre, excavado en la roca, en el que sólo se ve lo poco que se ilumina con la escasa luz natural.

El monasterio armenio de Geghard fue el que más me gustó de todos

Si te vas a mover por el país y visitas el lago Seván, añadiría a la lista el monasterio de Seván debido al entorno natural privilegiado en el que se encuentra. Además, todos los chiringuitos y tiendas de souvenirs cercanas no le restan ni un ápice de encanto.

En el caso de tener más tiempo, visitaría el monasterio de Goshavank, no sólo por el lugar en el que está enclavado, sino también por la ruta de senderismo que lo une al lago Parz. Sólo por eso merece la pena.

Creo que estos tres monasterios que he mencionado pueden crear una idea bastante precisa de cómo son, pero si te quedas con ganas de más, sin duda iría a Hovhannavank, en el que la policromía de la toba con la que está construido me encandiló.

En cualquier caso, dejo enlazado abajo el artículo de los monasterios armenios para que podáis haceros una idea y decidir por vosotros mismos.

Y un día más de senderismo por el Parque Nacional de Dilijan hubiese sido maravilloso

Me gustaría terminar analizado el recorrido. Ereván me pareció una ciudad sorprendente y me hubiese gustado poder dedicarle algún día más. Además, también hubiese cambiado una jornada de monasterios por otra más en Dilijan practicando senderismo (y viendo otros monasterios, jajaja).

Por último, si le hubiese podido alargar algún día más al conjunto del viaje, hubiese sido redondo. Los vuelos que llegan a Ereván desde casi todas las ciudades europeas tienen unos horarios mortales, lo que hace perder demasiadas horas y que no aportan nada. En fin, el viaje perfecto no existe.

Después de todo esto, si estás pensando en ir a conocer Armenia, te animo a que lo hagas. ¿Por qué no?

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2 Comentarios

  1. ¡Hola, qué tal? ¿Estáis muy lejos de España en este momento?

    Bueno, Naike, he podido comprobar que capturas muy bien la esencia de Dilijan, la «Suiza de Armenia», destacando su entorno montañoso, su clima agradable y su pasado como centro turístico soviético. Las preciosas fotos y las menciones a lugares como el lago Parz y el monasterio de Goshavank añaden color a lo que cuentas. Compartes tu experiencia (como la caminata de 15,5 km con 700 m de desnivel) mientras proporcionas información útil, como la dificultad de encontrar comercios abiertos en Dilijan o la existencia de rutas como la Armenian National Trail y la Transcaucasian Trail. Esto lo hace valioso para lectores que planeen visitar la zona. Reconoces las limitaciones de Dilijan (no es un «pueblo de postal» y tiene tráfico intenso) y la repetición de visitar múltiples monasterios, lo que da credibilidad a lo que dices. y destacas elementos culturales, como el monasterio de Goshavank, fundado en 1188, y su khachkar, descrito como una obra maestra. También mencionas la gastronomía armenia (sarma, tolma, lavash) y su relación con la comida georgiana, enriqueciendo el contexto. Son muy útiles los consejos para viajeros, con enlaces a recursos como el blog Ganas de mundo y la web de la Transcaucasian Trail, lo que demuestra un esfuerzo por orientar al lector. Tu balance final sobre Armenia como un destino «cómodo y seguro» pero no necesariamente exótico es un buen resumen para establecer expectativas realistas.

    Me ha encantado.

    Os invito a pasaros por mi blog y dejar vuestra opinión sobre cualquier post.

    Saludos!

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