Recorrido por los pueblos más bonitos de la sierra del Segura en Albacete

Llega un puente, de estos de varios días, que te puedes coger en el trabajo y, sin dudarlo un momento, empiezas a pensar en varias escapadas. Algún sitio que no esté muy lejos, que podamos ir en coche, que no tengamos que ir corriendo a todas partes y con preferencia por la naturaleza. Tengo el sitio perfecto: nos vamos a conocer el nacimiento del río Mundo y las lagunas de Ruidera, así como una serie de pueblos en la sierra del Segura en la provincia de Albacete.

En este post, me centraré en los pueblos que visitamos en Albacete y, en un futuro hablaré de las rutas senderistas por el río Mundo y las lagunas de Ruidera.

Algunos datos de la sierra del Segura

La sierra del Segura forma parte del sistema Prebético y se extiende por las provincias de Albacete, Jaén y Murcia.

Podemos encontrar montañas de más de 2000m de altura, valles, bosques, cañones y, por si no fuese poco, tranquilidad. Entre las maravillas naturales, podemos destacar el nacimiento del río Mundo, el mirador Puntal de la Vieja en Nerpio o la cascada de la Toba en Ayna y, entre los municipios que la conforman, Riópar, Liétor o Letur, por mencionar unos pocos.

El valle del río Mundo, en la sierra del Segura, visto desde el pueblo de Liétor

La sierra del Segura supone el 80% de la superficie del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, el área natural protegida más extensa de España y la segunda de Europa.

Con esta presentación, ¿quién se puede resistir?

Teníamos apuntada toda una serie de puntos para visitar, con una pintaza increíble, sin embargo, dado que queríamos dedicar un par de días a hacer senderismo, era imposible verlos todos, teniendo en cuenta, además, la máxima que nos habíamos marcado de ir tranquilos, sin prisas, disfrutando del momento y sin ánimo de tachar lugares de la una lista. Tras muchas vueltas, decidimos que los que visitaríamos serían Riópar, donde nos alojábamos, Yeste, Letur y Liétor.

Os comparto la web oficial de la sierra del Segura, con mucha información sobre los distintos municipios que la conforman y sobre naturaleza y senderismo.

Riópar y Riópar Viejo: Reales Fábricas y un pueblo abandonado

Riópar fue el lugar elegido para alojarnos por su cercanía al nacimiento del río Mundo, que era el eje central del viaje, además, con el buen tipo de haber reservado en un hotel con un pequeño spa que, después de una caminata por la montaña, se agradece.

Riópar es una localidad de la provincia de Albacete, con una población de casi 1400 personas. Históricamente, perteneció al Señorío de las Cinco Villas, que terminó anexionado a la Corona de Castilla por parte de los Reyes Católicos.

Lo más curioso de Riópar viene de la mano de Riópar Viejo, antigua villa medieval que fue el asientamiento original y que se terminó abandonando. A tres kilómetros de distancia, se construyó Riópar Nuevo, en torno a las Reales Fábricas de San Juan Alcaraz, la primera fábrica de zinc y latón de España, fundada en 1773.

La sierra del Segura visto desde las ruinas del castillo de Riópar Viejo

Las Reales Fábricas dejaron de funcionar y, en la actualidad, albergan el Museo de la Reales Fábricas, donde se puede ver la maquinaria, modelos y distintos moldes.

La oferta hostelera de Riópar está concentrada en un par de calles, aunque merece la pena darse una vuelta e irse un poco más lejos porque se puede encontrar alguna sorpresa muy grata. Nosotros estuvimos en todos los bares y restaurantes y nos gustaron todos, ya sabéis que no soy de dar nombres, pero si necesitáis alguna recomendación, escribidme sin problema.

Nos pusimos hasta arriba de atascaburras, lomo de orza, gachas al pastor y migas, además, de distintos quesos y embutidos. ¡A tope con el colesterol! Uno de los restaurantes tiene parrilla y prepara bocadillos desde primera hora de la mañana, por lo que para nuestras rutas senderistas nos vinieron de lujo.

En Riópar, después de ir al nacimiento del río Mundo, poco más hay que hacer, así que no dudamos en coger el coche y visitar Riópar Viejo.

La antigua villa ha sido totalmente restaurada y está formada por casas de piedra típicas de la zona (aunque puede quedar alguna que todavía esté en ruinas) que funcionan como alojamientos rurales, además de una tasca. Pese a que dicho así no suena demasiado atrayente, el conjunto desprende encanto por los cuatro costados.

La iglesia del Espíritu Santo, en Riópar Viejo

Hay miradores panorámicos para observar la sierra con todo lujo de detalles, en especial, Peña Leal y el Pico del Gallinero, además de un mirador Starlight, indicando en un panel las constelaciones que se pueden ver.

Se mantiene en pie la iglesia del Espíritu Santo, reconstruida en el siglo XV y declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional. Es un templo pequeño, con un campanario rectangular bastante alto, bastante bien conservado. El interior resulta austero y se puede ver un coro de madera sostenido por una columna y una capilla de bautismo.

Nosotros nos la encontramos abierta y pudimos pasar a echar un vistazo, no obstante, al escribir esto, he visto que tiene un horario muy limitado de apertura, por lo que, si estás interesado, contacta con Turismo de Riópar.

Si seguimos subiendo, llegamos a los restos del castillo medieval, del siglo XIII y de origen islámico y reformado tras la Reconquista. Pese a estar en ruinas, mantiene una muralla con 5 torres de planta cuadrada. Dentro del recinto se levantó la torre del homenaje, que se mantiene en un pésimo estado de conservación.

Lo más curioso de este castillo es que alberga el antiguo cementerio, del que ya hablé en el post de Cementerios y que os dejo enlazado. Sin duda, uno de los cementerios con mejores vistas del mundo.

Añado la web oficial de Turismo de Riópar.

Yeste y su castillo

Aunque los orígenes de Yeste no están claros, se cree que fue un población islámica, conquistada por los cristianos en 1242 e incorporándose al Reino de Murcia. Su principal función era mantener la defensa de la frontera con Granada y colaborar en la conquista de nuevas tierras.

Para que esta tarea se pudiese llevar a cabo, los distintos monarcas la dotaron con privilegios y exenciones de tributos, atrayendo, de esta manera, a multitud de familias que se establecieron en la zona.

Desde mi punto de vista, Yeste no tiene la belleza o el atractivo que pueden tener otros pueblos, sin embargo, la visita al castillo merece mucho la pena y no nos arrepentimos de haberlo incluido en nuestro planning.

El castillo de Yeste

El castillo de Yeste se ubica en el centro y se trata de una antigua fortaleza islámica del siglo XI. Junto a él, la torre del homenaje, del XIV, con los escudos en piedra de la Orden de Santiago y la familia Figueroa en la puerta. 

En el interior de la fortaleza destaca el patio de armas, de doble galería y con columnas. En la parte superior se conserva una ventana de estilo gótico que presidía el salón principal del castillo.

El castillo está reformado y rehabilitado y se puede visitar. Nosotros lo hicimos con una visita guiada, no recuerdo si se podía hacer por libre, y nos pareció muy interesante. En los antiguos calabozos hay instalado un museo etnológico con aperos donados por los vecinos.

Más información sobre Yeste en la web oficial.

Letur, el pueblo del agua

Letur es, sin duda, uno de los pueblos que he visitado, no sólo en este viaje, que más me han gustado. Declarado Conjunto Histórico Artístico, Letur es uno de los más bonitos de España gracias a su peculiar estructura urbana.

Se han hallado evidencias de presencia humana gracias a distintas representaciones de arte rupestre que se han datado entre los años 10.000 y 6000 a.C. y declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998.

Por aquí pasaron romanos, árabes y cristianos, todos dejando su huella, aunque la más evidente es la musulmana: un trazado árabe, patios, casas encaladas o sistema de regadío.

Rincones mágicos en Letur

Perderse entre sus estrechas calles, con adarves, cuestas, arcos y portales es una delicia, además, es atravesada por el agua que, a través del alcantarillado, malecones, fuentes y charcos lo convierten en un conjunto del que es fácil enamorarse.

Lo mejor que se puede hacer en Letur es ponerse calzado cómodo y lanzarse a andar sin rumbo para descubrir distintos portales vecinales, o portalicos, formados por un arco de medio punto o dintel con dos jambas que hacen la función de distribuidor hacia varias viviendas. En tu paseo seguro que pasas por el monumento natural del arco de piedra de las Moreras y por el arco de la Puerta del Sol, del siglo XII, y antigua entrada a la villa.

En la plaza Mayor encontramos la iglesia de Santa María de la Asunción, del siglo XVI y de estilo gótico tardío. Está muy bien conservada y la portada exterior es renacentista con elementos platerescos. Nosotros no pudimos visitar el interior porque estaba cerrada, pero he leído que abre todos los días por las mañanas.

Muy cerca de aquí, se ubica el Ayuntamiento, del siglo XVI.  Se pueden mencionar dos curiosidades de este edificio: la primera es que, en uno de los lados se construyó un arco, el Arco del Pósito, donde estaba la puerta de acceso a la villa con el mismo nombre; la segunda, que mantiene una placa conmemorativa a Amadeo I, rey de España entre 1871 y 1873, siendo el único monumento, o uno de los pocos, que este rey tiene en su honor en nuestro país. 

La Puerta del Sol de Letur

El aspecto que más me gustó de Letur fue la de su relación con el agua. La Fuente de los Músicos o los Jardines del Maestro Fernando son una maravilla, aunque, lo más sorprendente resulta el Charco de las Canales.

Se trata de una piscina natural, justo al lado de los jardines, que forma el arroyo que atraviesa el pueblo. Hay una pequeña cascada y un mirador desde el que se puede ver cómo cae el agua a la parte baja.

Al ser una localidad situada en altura, dispone de estupendos miradores, como el de La Molatica, el de San Sebastián o el Arco de las Moreras. Además, si tienes tiempo para alguna ruta de senderismo, son muy recomendables la ruta de los Cantarales y Charco Pataco o la de la Cascada del Arroyo, un salto de agua en el que el baño está permitido.

Más información sobre Letur, así como el estado en el que se encuentra, en la web oficial de Turismo.

Nota: el 29 de octubre de 2024 Letur fue asolado por una DANA sin precedentes, causando víctimas mortales y considerables daños materiales.

Liétor, colgado sobre el valle del río Mundo

El último pueblo que visitamos ese día fue Liétor, con una ubicación peculiar y es que está colgado a 100m de altura sobre el valle del río Mundo.

Su historia está marcada por ser población fronteriza, así como por el asentamiento de la Orden de Santiago en el siglo XIII. De esta época y hasta el siglo XV es la mayor parte del patrimonio que se conserva, principalmente, casas señoriales.

Como en otras localidades, el trazado de calles estrechas es árabe y es perfecto para pasear sin rumbo mientras que nos fijábamos en las distintas fachadas blasonadas, como las de los Galera, los Belmonte o los Tovarra.

Casa blasonada de los Rodríguez de Escobar, en Liétor

En la plaza Mayor vimos la fuente del Pilar, situada debajo de un edificio de dos plantas con balcones. La fuente está decorada con azulejos de Manises con representaciones del Quijote y el agua procede de un manantial, por lo que es potable.

Otros lugares que se pueden visitar en Liétor son la parroquia de Santiago Apóstol, en la que son muy interesantes el retablo del altar mayor y el órgano barroco, de dos teclados y 47 teclas cada uno, así como 1100 tubos; el antiguo convento de frailes carmelitas de San Juan de la Cruz, del siglo XVII, que conserva una cripta de momias incorruptas con más de 200 años de antigüedad; o el lavadero El Ramblón, donde se lavaba la ropa hasta los años 80.

Uno de los puntos imprescindible de Liétor es la ermita de Belén, con unos murales que adornan todos los rincones con unas peculiares pinturas populares y que se realizaron entre 1734 y 1735. Aquí, todo está pintado, desde los retablos hasta las cortinas y se puede ver santos, distintas escenas, alegoría de la muerte o versos ejemplificadores. Por la hora a la que llegamos a Liétor fue imposible visitarla pero, como a un paraje natural tan bonito como la Sierra del Segura es probable que volvamos para disfrutar de otros lugares que no conocimos, así que, queda apuntada en la lista de pendientes.

La fuente del Pilar, decorada con azulejos de Manises, en la plaza Mayor de Liétor

Lo que sí vimos en Liétor fueron las magníficas vistas al río Mundo. ¡Son espectaculares!

Más información sobre Liétor en la web oficial de Turismo.

Hasta aquí los pueblos que visitamos en la provincia de Albacete, enmarcados en la Sierra del Segura, y que, sin ninguna duda, nos dejamos muy buen recuerdo, con ganas de volver a esta provincia en la que nos esperan Alcalá del Júcar, Aýna, Nerpio, Chinchilla de Montearagón o Almansa. ¿Cuándo volvemos?

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