Durante el confinamiento, la revista Traveler hizo un cuestionario viajero a distintos personajes del mundo de la cultura.
Ahora soy yo la que entrevista a otras personas sobre viajes.
Si tú también quieres que te entrevisten, escríbeme a descalzosporelmundoblog@gmail.com y te explicaré qué hacer.
1. Tu anécdota viajera inconfesable
Si es inconfesable, no debería confesarla… ¿Mis amigas van a leer esto? 😉
No puedo contar la anécdota completa, pero solo diré que empezó una noche de viernes en un encuentro fortuito con unas chicas canadienses muy majas mientras bebíamos cócteles en un bar de Nueva York y acabó el sábado por la noche viendo bailar a muchos, muchos chicos guapos en un local de moda… 🙂

2. Un hotel secreto
Un bed and breakfast en las Highlands de Escocia, que siempre recomiendo y que encontramos por casualidad, en un viaje en el que fuimos a la aventura. Estaba al lado de un lago pero, como llegamos de noche, no vimos más que la habitación. Cuando a la mañana siguiente abrimos la ventana, se nos cortó la respiración: la casa estaba al borde de un lago de película. El desayuno y la amabilidad de los anfitriones hicieron el resto: fueron unas noches mágicas.
3. Un pequeño gran lugar alejado de las multitudes
La primera vez que fui, allá por el año 1999, era un lugar más bien recóndito. Desde entonces, me temo que la cosa ha cambiado, como bien comprobé la segunda vez que fui. Es el Templo de Poseidón en Cabo Sounion (Grecia).
Otro lugar que, espero, aún seguirá siendo poco turístico es el Parque Nacional de Durmitor, en Montenegro, con unos paisajes espectaculares para perderse (literalmente, lo hicimos) haciendo senderismo.
4. Una fiesta en un restaurante en cualquier lugar del mundo
¿Los pubs cuentan? Porque entonces tengo dos: una noche en un pub de un pueblo del sur de Inglaterra, Billinghurst, y una cata de cervezas en Bruselas. En ambas ocasiones fueron cenas totalmente improvisadas que se nos acabaron yendo de las manos, pero esas son las mejores noches… 🙂

5. Un libro que te inspire para viajar
El primer libro que me inspiró para viajar se llamaba La Rosa del Kilimanjaro, de Carlos Puerto. Lo debí de leer con 8 años y, desde entonces, siempre he tenido ganas de viajar allí. Es un libro de aventuras juvenil, de una niña soñadora que parte en busca de alguien importante para ella a los lugares más recónditos de África. Siempre soñé con ser esa niña…
6. Y una película
No podría quedarme con una película, pero sí con un destino en todas ellas: Japón. Todas las que me vienen a la cabeza me llevan hasta allí: Lost in Translation, Mapa de los sonidos de Tokyo, El imperio de los sentidos…
7. Un lugar en el que te hayas enamorado
Suena muy tópico, pero es que es real: París. Los mejores y los peores momentos de mi vida amorosa han transcurrido allí. En París viví mi mayor desengaño, aventuras que jamás pensé que me pasarían a mí, ¡y hasta me prometí! Mi ahora marido me pidió matrimonio en un rinconcito del parvis de Notre-Dâme, con un acordeón de fondo, nos fuimos después a celebrarlo al restaurante La Coupole en Montparnasse. ¿Cómo no va a ser París la ciudad del amor?

8. Una aerolínea o terminal
No tengo un repertorio demasiado amplio de aerolíneas conocidas, pero diría que Emirates, por la atención, los detalles…
Tampoco sabría quedarme con una terminal, es algo que tiendo a olvidar de los viajes.
9. Tu tienda favorita de souvenirs
Ninguna, cada vez me gustan menos, compro souvenirs porque es inevitable pero, si pudiera, ni las pisaría. Además, me parece que acaban con el encanto de muchos lugares.
Si tengo que hablar de lugares para comprar souvenirs, por pintorescos, me quedo con los zocos árabes: Jan el-Jalili, en El Cairo, o Jemaa el-Fna, en Marrakech.

10. Una canción que suene a vacaciones
Pues es que también me vienen varias a la cabeza y no sabría por cuál decidirme:
You raise me up, de Josh Groban, supongo que por lo espectacular del momento (paradas dentro del coche mientras esperábamos a que amainara una tormenta, frente a las ruinas de un castillo en las Highlands).
Si tu savais, de Marie-Pierre Arthur, sonó de manera recurrente durante un viaje en coche por Bretaña con el que entonces era mi novio (ahora mi marido), y me trae buenísimos recuerdos. Tantos, que fue una de las canciones que sonó en nuestra boda 😊
11. Tu lugar favorito en el mundo
Qué pregunta más difícil… Creo que no tengo lugar favorito, tengo mono de muchos sitios que luego también a veces me cansan.
Por todo lo vivido y todo lo que significa, como decía, uno de mis lugares favoritos sería París, pero en pequeñas dosis.
También diría Madrid, porque es mi ciudad, porque allí tengo a casi todo el mundo que quiero y porque ahora que la tengo lejos la echo de menos, pero también acabo queriendo huir si paso allí mucho tiempo.
12. El destino pendiente
Uffff, muchos, muchos. Algunos que estuve a punto de visitar y que al final, por unas cosas o por otras, acabé suspendiendo (Japón, Costa Rica…), y otros muchos que aún están en la carpeta de pendientes, pero que acabaré haciendo, tarde o temprano: un safari por Tanzania, Tailandia, Argentina, Islandia… hay tantíiiiiisimos.
Si tuviera que quedarme solo con uno, definitivamente sería Tanzania, mi sueño desde que soy pequeña, como ya decía antes, es ver el Kilimanjaro.
13. Tres imprescindibles en tu maleta
Pues sin dudarlo: la guía de Lonely Planet del lugar que vaya a visitar, la almohada para el cuello si voy en avión (los aviones son mi somnífero preferido), y un cuadernito donde voy apuntándolo todo. Luego soy un desastre y mis notas de viaje acaban desperdigadas por los cajones, pero al menos el tiempo que dura el viaje el cuadernito me ha sacado de más de un apuro.
14. Una iniciativa que haga del mundo un lugar mejor
Los bancos de tiempo. Los he conocido en Pau, donde vivo ahora, y me parecen una iniciativa muy útil y enriquecedora. Todos necesitamos ayuda en algún momento, y saber que hay alguien ahí dispuesto a echarte una mano y que puedes darle algo a cambio es una sensación increíble.