Entrevista viajera a Descalzos por el mundo

Uno de los requisitos de entrada para la asociación de Spain travel bloggers es responder a un cuestionario viajero para que nos puedan conocer un poquito más. Os comparto el vínculo de esa entrevista y espero que os guste.

Por si preferís leerlo directamente en el post, os lo copio.

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Descalzos por el mundo en el Monasterio de Rila, Bulgaria

Entrevista:

  • ¿Cómo fue que tomaste la decisión de comenzar a escribir tu blog de viajes? 

Me gusta escribir y tuve otro blog anteriormente, aunque se trataba más de un diario o de una manera de dejar salir lo que tenía dentro. Una vez que las heridas estaban cerradas, el blog no tenía sentido para mí, por lo que lo abandoné. 

Llevaba un tiempo queriendo retomar la escritura y, para que se convirtiese en algo más a largo plazo, necesitaba un tema que me motivase y del que no me fuese a cansar. Con las limitaciones de viajes durante la pandemia, las ganas de viajar se acrecentaron aún más. Un día, simplemente, se me iluminó la bombilla y decidí crear un blog de viajes.  

  • ¿Cómo decidiste el nombre de tu blog de viajes? 

Me ayudó Javi, mi pareja. Los dos somos bastante cinéfilos y me propuso varios nombres que relacionaban el mundo del cine y el de los viajes. El elegido fue Descalzos por el mundo, un homenaje a la película Descalzos por el parque, que nos gusta mucho y creemos que nos representa muy bien. 

  • Hasta ahora, ¿qué ha sido lo más gratificante de escribir para el blog? 

El volver a vivir un viaje de nuevo, sobre todo los que hice hace ya varios años. Rescatar muchas experiencias de la memoria, volver a revisar las fotos, a leer guías o buscar información. Me trae recuerdos muy bonitos. 

  • ¿Cuál ha sido el mayor desafío al que te has enfrentado al gestionar el blog? 

Principalmente, el tema informático. Mis conocimientos técnicos son muy limitados y me he hartado a ver tutoriales y a buscar información. Hay algunas cosas que me han salido, otras, las he dejado tal y como estaban después de darme de cabezazos contra la pared. 

Pero, también, el aprender a no obsesionarme con estadísticas y algoritmos de redes sociales, que me han llevado más de una vez por el camino de la amargura. He aprendido a mirarlo menos y a hacer las cosas como a mí me gustan.  

  • ¿Cómo equilibras el tema de escribir sobre tus viajes con otros compromisos de tu vida diaria?

Pues a veces es complicado porque, aunque el blog me lo tomo como un hobby, tengo un nivel de autoexigencia elevado, que tengo que revisar, por cierto. Me he llegado a sentir culpable por salir, estar con amigos, ir al cine o, simplemente, estar en casa viendo una peli y no dedicar ese tiempo al blog. ¡Eso no puede ser!  

También me he encontrado destinando más tiempo al blog, a escribir los artículos de un determinado viaje del que ya había vuelto, mientras que tenía un viaje a la vista, pendiente de preparar y al que apenas estaba haciendo caso. Como he dicho, me tengo que sentar a pensar tranquilamente en ello.  

  • ¿Ha cambiado en algo tu blog desde el inicio? 

Descalzos por el mundo tiene casi dos años de vida, todavía es un blog joven, pero sí que hay algún cambio. Al principio, decía que no haría diarios de viaje y, al final, los he hecho, no necesariamente aplicando la definición de diario de la manera más estricta, sino también, agrupando por temas dentro de un mismo destino, como “Lagos de Mongolia” o “Monasterios de Bulgaria”, aunque me gusta mantener mi esencia de abuela cebolleta (y viajera).  

Además, al principio, tenía un índice muy básico que he ido ampliando y en el que tengo pensado hacer una mejora más, en cuanto tenga el tiempo suficiente.  

  • ¿Qué impacto o beneficio esperabas o esperas obtener al compartir tus historias y experiencias con el mundo? 

Si hay una sola persona que se anime a hacer un viaje después de leer lo que yo he escrito, me doy por satisfecha. Me gusta mucho viajar y creo que, narrando mis experiencias de viva voz puedo transmitir la emoción que me produce, hacerlo de palabra es bastante más complicado, espero poder transmitirlo.   

  • ¿Cómo crees que se mide el éxito de los blogs de viajes? 

¿Qué es el éxito?  

La primera forma que se me ocurre es en función del número de seguidores. No te seguirían si no lo hicieses bien. Sin embargo, y ya no sólo con los blogs de viajes, sino de cualquier otra temática, los hay que están muy bien escritos y muy cuidados y no son de los más conocidos. 

Para mí, el éxito se conseguiría si el autor te hace sentir, mientras que tú estás cómodamente leyendo, lo mismo que él sintió en un destino y sólo puedes pensar en ir a verlo con tus propios ojos. Si es capaz de despertar unas ganas irrefrenables de ir a un determinado lugar, me parece un blog con éxito. 

  • ¿Han cambiado de alguna manera los blogs de viajes tu forma de viajar?

Sí, he aprendido a consultar blogs de viajes para filtrar toda la información que encuentras en una guía. Al final, no puedes ver todo lo indicado y, como suele costar seleccionar, leer lo que otras personas han visto, ayuda bastante. Además, son muy prácticos para establecer itinerarios. 

Ahora, como bloguera de viajes, viajo de otra manera, pensando en los posts que pueda sacar de un destino o los detalles con los que me quedo y quiero plasmar. 

  • ¿Recuerdas tus primeros viajes?

Por suerte, en mi familia, las vacaciones de verano no faltaban, pero no puedo afirmar que se tratase de una familia viajera y, pese a ello, tenía muy claro que quería conocer mundo. El viaje que me gustaría mencionar fue el primero que me pagué con mi sueldo, Ámsterdam, en julio de 2006, aunque ya había hecho alguno anteriormente, como los de fin de curso. 

Fue una satisfacción poder invertir parte de mi salario, que tanto cuesta conseguir, en un viaje. Además, para ser el primero, aprendí una enseñanza muy valiosa: no todos los amigos con los que quedas en tu ciudad para salir sirven para irse de vacaciones. Conviene hablar antes de lo que cada uno busca o espera del viaje en cuestión y así no llevarse desilusiones ni enfados. 

Fue un viaje peculiar, entre otros motivos porque, como era bastante joven, durante el día hacíamos turismo y por la noche, salíamos de juerga. Esos años se fueron hace ya bastante… Como mi presupuesto era limitado, me llevé en la maleta embutido envasado al vacío y comprábamos pan para hacer bocadillos. Así fueron todas las cenas y algunas comidas.  

En cualquier caso, me gustó tanto la experiencia, que no he parado desde entonces. 

  • ¿Cómo sueles investigar y planificar tus viajes? 

Me gusta mucho informarme sobre el destino, aunque sea un barniz sobre historia, sistema político, actualidad, la situación de la mujer… 

Compro una guía, que me empapo, busco en internet itinerarios o qué es imprescindible y qué no lo es. El foro de Los viajeros me parece una mina, gracias a todas las personas que participan contando sus experiencias y contestando a preguntas, además, tengo un par de blogs de referencia que son los que primero consulto; si no encuentro lo que busco, ya miro en otros que sí que ofrezcan esa información. 

  • Eres de viajar; en solitario, en pareja, con amigos…

He viajado de estas tres maneras, pero con matices la de en solitario. Todas tienen lado bueno y malo, es obvio. Lo bueno de hacerlo con tu pareja es compartir con ella más tiempo y experiencias; si lo haces con amigos, te sirve para conocerte más, hablar y, sinceramente, haces cosas que con una pareja no sueles hacer (sólo daré más información con una copa delante). Lo malo de viajar con gente a la que conoces es que, con la convivencia surgen roces y es más fácil discutir. Algo que no suele pasar (y remarco lo de suele) si vas con desconocidos. La mayor parte de gente con la que me he cruzado era educada y sabía estar, aunque hay de todo… 

Volviendo a los matices de viajar en solitario, nunca he cogido la mochila yo sola y me he ido, ya fuese Londres o Nepal, principalmente, por miedo, sino que me he apuntado a un grupo, así que digo que viajo sola acompañada.  

Muchas personas me han dicho que soy muy valiente por hacerlo, sin embargo, no creo que haya nada de valentía en ir con un grupo, por mucho que no conozcas a nadie más. Me vi ante mi primer viaje de esta manera hace varios años, cuando nadie de mi entorno tenía las ganas, el dinero o los días para comerse el mundo de la misma manera que lo quería hacer yo y, como no estaba dispuesta a gastar las vacaciones quedándome en casa o yendo unos días a la playa, no tuve la menor duda: me iba de viaje, ya conocería a gente. 

  • Cuéntanos alguna situación difícil que hayas tenido que enfrentar mientras viajabas y como la manejaste. 

Por suerte, no me he enfrentado a nada más problemático que perderte o tener el estómago dado la vuelta un día.  

Cuando me he perdido, he preguntado y me han ayudado, aunque fuese por señas. Respecto al estómago, Fortasec al canto. 

También me he enfrentado a situaciones de tensión con otros acompañantes o entre ellos. Soy una persona tranquila y no me gusta discutir, así que intento huir de polémicas y, si ha sido conmigo, procuro poner límites desde el principio. Hay gente complicada…  

  • ¿Podrías dar algún consejo a alguien que acaba de empezar o quiere empezar a viajar y que tiene miedo a según qué destinos? 

Si ves las noticias, se quitan las ganas de salir de casa, pero no todos los destinos son problemáticos. Si vas a empezar a viajar o tienes miedo, ¿por qué no escoger uno más sencillo o cercano? Me parece igual de válido ir a Laos o a Portugal, lo importante es salir. Los kilómetros y el choque cultural te los terminarán pidiendo el cuerpo.  

  • ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido mientras viajabas? 

Que lo mío no es lo mejor ni lo único, simplemente, una opción más. El mundo está lleno de realidades y abrir los ojos, los oídos y la mente te vuelven mucho más humilde.  

  • ¿Cómo te adaptas a las diferentes culturas y entornos durante tus viajes?

Allá donde fueres, haz lo que vieres. Por supuesto que por pasar unos días en un país que no es el tuyo no te convierte en un experto en su cultura, tradición o religión, pero conviene adaptarse e intentar pasar lo más inadvertido posible, aunque sea difícil. Viajo para conocer, no para imponer mis costumbres, manera de vestir o de ver el mundo y, menos aún, para ofender, al menos, conscientemente. 

  • ¿Alguna vez has sentido nostalgia mientras viajabas? 

No, porque si estoy de viaje, no estoy trabajando ni en mi rutina diaria. He podido echar de menos a alguien, pero nada más. 

  • ¿Qué tipo de estrategias utilizas para promocionar tu blog de viajes y ganar más lectores?

En marketing soy un suspenso, así que, básicamente, hablo de mi blog a distintas personas y, dependiendo de la confianza que haya, les doy la tabarra para que se metan o se suscriban. También soy activa en Facebook y estoy aprendiendo a serlo en X, para que el algoritmo me tenga en cuenta. También me puse en contacto con Spain travel bloggers para ser embajadora de la comunidad viajera y me han admitido. 

  • ¿Qué estrategias utilizas o has utilizado para monetizar tu blog de viajes? 

Ninguna. No tengo el blog monetizado, porque creo que, hoy en día, se convertiría en un quebradero de cabeza más. No se puede descartar nada y, a lo mejor, en un futuro me lanzo y, si saco lo suficiente como para pagar WordPress, será un éxito. 

  • Te pedimos que nos dejes tres consejos para las personas que están considerando iniciarse en este mundo de los blog de viajes? 

Ahora mismo, más que dar consejos, creo que debería recibirlos, pero basándome en mi escasa experiencia bloguera, diría que busquen su espacio y sean originales. Que tengan paciencia, porque los seguidores, comentarios y likes no vienen en pocas semanas, sino que hay que trabajárselo . Y, sobre todo, que tengan claras las metas y lo que esperan del blog, siendo realistas, para disfrutar más de este camino.